Todas las personas tenemos una capacidad instalada en nuestro cerebro muy superior a la capacidad que actualmente utilizamos; no importa que tan bueno pienses que seas en el trabajo ahora, siempre tendrás un espacio grande mejora. Siempre y cuando quieras y estés dispuesto a trabajar cada día.
No importa que tan mal pienses que te desempeñas ahora, siempre podrás hacerlo mejor y alcanzar un desempeño superior, si realmente te comprometes contigo a realizar con disciplina, pequeños cambios de hábitos diariamente.
El factor potenciador está dentro de nosotros; en nuestro mindset, en nuestro espíritu de crecer, desarrollarnos y ser una mejor versión de nosotros cada día. En nuestra resilencia, esa capacidad vital y elusiva al mismo tiempo, que es necesaria para levantarnos cada vez que tenemos un mal resultado o una caída.
También paradójicamente dentro de nosotros reside nuestro peor enemigo, mi ego, mi yo; mi ignorancia y arrogancia. Con nuestra propia versión e interpretación de los hechos, de la vida, de los eventos que nos ocurren; de la narrativa que nos contamos cada día, cada hora, cada minuto de nuestro vida.
Si soy consciente de esta paradoja, ya di el primer paso hacia el cambio, hacia el crecimiento, desarrollo y mejora. No hay forma de trabajar algo para cambiarlo y mejorarlo, sino soy consciente de eso.
En otro artículo que trata acerca de Coaching & Desempeño, menciono las 4C’s que son necesarias para un proceso de mejora del desempeño: Conocimiento, Consciencia, Compromiso & Cambio. Conocimiento es el principio.
Conocer que se quiere mejorar
Hace algunos años aprendí una metodología para trabajar la mejora continua de la calidad, se llama PDCA. Es un acrónimo de: Plan, Do, Check & Adjust (Planear, Hacer, Verificar & Ajustar). Esta metodología es un proceso que guía el pensamiento y conduce la acción para entrar a un proceso virtuoso de crecimiento, desarrollo y mejora continua. Se necesita de la disciplina y constancia en su uso y podrás observar cambios en tu calidad de desempeño.

La mejora continua comienza en la fase de “check” (verificar/evaluar). Antes de ponerte en acción y comenzar a realizar cambios, sería conveniente que tuvieras una evaluación de tus capacidades actuales, que conocieras con cierta objetividad cuales son tus fortalezas y tus áreas de mejora.
Una muy buena forma de realizar esta fase de evaluación, es a través del Feedback 360. El objetivo es que conozcas desde la perspectiva de otras personas que interactúan contigo tus cualidades y capacidades fuertes; también conocerás aquellos aspectos donde tu nivel de competencia es suficiente o adecuado; y desde luego, también conocerás aquellos aspectos en los que puedes hacer algunos cambios y emprender alguna acción de mejora.
¿Qué es un proceso de Feedback 360?
Es una metodología donde obtendrás información acerca de ti, tu desempeño, tus competencias actuales que tienes que son evaluadas a través de los comportamientos que exhibes al trabajar con otras personas. Participan en este proceso de evaluación: tu supervisor directo, tus colegas, tus reportes directos y en algunos casos, se puede invitar a otras personas con las cuales tienes una relación de trabajo constante y que te pueden dar información valioso acerca de la calidad de tu desempeño y capacidades mostradas.
Generalmente es un cuestionario que contiene los comportamientos a evaluar que dejas ver al trabajar con otras personas. Se seleccionan las competencias a evaluar, se convierten estas competencias en comportamientos que sean observables y si son observables, son medibles.
Es importante que las respuestas de las personas sean anónimas; así las personas que darán su opinión acerca de tu desempeño, podrán sentirse con más confianza de darte una retroalimentación más objetiva y esto es muy importante para ti; ya que la objetividad te ayudará a tener conocimiento de aquellos aspectos en los cuales quieres o necesitas hacer un trabajo de mejora.
Identificar aquello que quieras mejorar
Una vez realizada la fase de evaluación y que ya conoces los resultados del Feedback 360, vas a entrar a la fase de “ajustar”. En esta fase vas a identificar aquellas competencias que posees que fueron bien evaluadas, aquellas que están en un nivel aceptable y desde luego, aquellas que tuvieron una evaluación más baja.
Te recomiendo que te enfoques en los hechos, en los datos de la evaluación; no te distraigas con juzgar si la evaluación fue buena o mala; o si las preguntas evaluadas estaban bien o no lo estaban. Esto es una pérdida de tiempo, no es importante esto en tu proceso de crecimiento, desarrollo y mejora continua. Seguro conoces el dicho”no mates al mensajero, solo trae el mensaje”. Lo que realmente importa es la información que contiene tu Feedback 360 y si te enfocas sólo en eso, verás que entrarás a un proceso virtuoso de mejora continua. No hay forma que no sea así.
Planeación para determinar las prioridades y objetivos
Ahora que ya realizaste un análisis de aquellas competencias y comportamientos que quieres mejorar, vas a moverte a la fase de “planeación”. en la planeación vas a determinar las prioridades que quieres trabajar; posiblemente quieras hacer grandes cambios y cambiar muchas competencias. Esto no te servirá. El cambio toma tiempo, tendrás que invertir recursos y una estrategia más conveniente es la seguir la filosofía de la mejora continua; pequeños cambios que te van a conducir a ir haciendo pequeñas mejoras; estas mejoras pequeñas logradas consistentemente a través del tiempo, te ayudarán a lograr grandes cambios en aquellos aspectos en los que hayas dedicado tiempo, trabajo y recursos para hacer cambios.
Una vez que hayas establecido tus prioridades de aquellas competencias que quieres mejorar, lo recomendable es tomar de 2 a 3 competencias por periodos de 3 meses; pueden ser competencias fuertes, para mejorarlas y lograr un mejor desempeño; o también pueden ser competencias que están en un nivel aceptable, pero que son muy importantes para tu trabajo que realizas.
También en esta fase de planeación, tendrás que definir los objetivos que quieres lograr. Si te das el tiempo y defines los objetivos que quieres lograr, estos se convertirán en una guía de las acciones que necesitas lograr para ir progresando en el camino y llegar a tus objetivos. Los objetivos te ayudarán mantenerte enfocado, son fuente de inspiración para ti. Recuerda que una de las 4C’s que mencionamos arriba es el Compromiso. Bueno, si hay objetivos, hay un compromiso. Si no hay objetivos, no hay compromiso. Y si no hay compromiso, no hay cambio.
Ya que tengas un objetivo o varios, el siguiente paso es construir un plan de acción. El plan de acción es la identificación del trabajo físico que tienes que realizar para que tu objetivo progrese. Si no hay plan de acción, probablemente no tendrás el progreso que quieres en tu objetivo.
Ejecutar las acciones planificadas
En esta fase de ejecución, tu atención necesita estar en realizar el trabajo planificado que está en tu plan de acción. Una buena práctica es convertir las acciones planificadas en eventos que puedas poner en tu calendario; así establecerás un compromiso de asignarle un tiempo específico a la realización de las acciones planificadas.
Convertir el plan de acción en actividades concretas a realizar te ayudará a enfocarte consistentemente en el aquí y en ahora; dedicarás tiempo, recursos y trabajo a realizar aquellas actividades que te ayudarán a ir haciendo esos pequeños cambios en tus comportamientos. La clave del éxito de tu proceso de mejora, reside en tu capacidad y calidad de cuidar la ejecución diaria del trabajo que habías planificado.
Sería conveniente que tuvieras en tu plan de acción un “to do list”, así podrías darle “check” o hecho a aquellas actividades ya realizadas. Esto puede ser motivante para ti, ya que al dar “check” a la actividad, sentirás que estás progresando en tu plan y en tu objetivo; que es lo más importante de este proceso.
De regreso a evaluar
Una vez que hayas progresado lo suficiente en tu plan o planes de acción, llegarás a la fase de evaluar el progreso logrado; justo en esta fase es dónde se activa la mejora continua. Si has realizado con disciplina y constancia los pasos arriba descritos, observarás que cuando vuelvas a medir obtendrás un evaluación o retroalimentación diferente. La gente que te dará feedback observará los cambios que has realizado en esa competencia en la que has trabajado y sus comentarios serán justo en esa línea, de darte una mejor evaluación que la anterior ocasión.
Es importante que compares este último resultado vs tu objetivo; así podrás conocer si la mejora lograda fue la esperada o no.
Si mantienes este espíritu de mejora continua, esta fase de evaluación te permitirá iniciar un nuevo ciclo de mejora.